DOS CURAS DE VACACIONES Dos curas deciden ir de vacaciones al mar y acuerdan que la mejor forma de disfrutar las vacaciones era dejar de usar los atuendos de sacerdotes para que nadie los identificara como curas. Apenas llegaron fueron a una tienda y compraron ropa playera de la más escandalosa que encontraron, además de sombreros, sandalias, lentes de sol, etc. Al día siguiente fueron a la playa con sus ropas de turista, se sentaron en sillas de playa, pidieron tragos y se sentaron a broncearse. De repente aparece en escena una rubia despampanante, con un bikini diminuto, se acerca a ellos, les sonríe y los saluda a cada uno: "..Buenos días, padre - buenos días, padre", y les hizo una especie de reverencia antes de seguir su camino. Ambos quedaron estupefactos preguntándose: "¿Cómo supo que somos sacerdotes?..." Al día siguiente compraron mas shorts y camisas aún más escandalosas que las anteriores y de nuevo, se instalaron en la playa a disfrutar del Sol hawaiiano. Al rato, la misma rubia pasa cerca de ellos, esta vez usando un hilo dental y un sostén minúsculo, los saluda "Buenos días, padre - buenos días, padre" y les hace una reverencia. Cuando se aleja un poco, uno de los curas la llama y dice: "Espere un momento, jovencita. En efecto, los dos somos sacerdotes, y estamos orgullosos de serlo, pero no entendemos como pudo usted descubrirnos, si no llevamos nada que nos identifique como curas..." "Padre, no me reconoce?... Soy yo, la Hermana Elena!"... |