

HOY EN PEHUAJÓ; ESTÁ EN JUEGO LA DIGNIDAD DEL SECTOR MÁS DINÁMICO Y EFICIENTE DE LA ECONOMÍA NACIONAL
15/feb/2013
A esta altura de los acontecimientos, es improbable que alguien piense que el Gobierno pueda rectificarse, por lo tanto lo previsible es que sigan empleando las máximas de su repertorio, o lo que es igual: ir por más. En tal sentido los asambleístas llegan a Pehuajó con un panorama bastante predecible. |
Por: Aldo Norberto Bonaveri
@AldoBonaveri
@PregonAgro
Tras algo más de un mes de la reunión de la Mesa de Enlace en la que optaron por un llamado al dialogo, hoy en Pehuajó se celebra una trascendental asamblea agropecuaria. La ocasión es realmente muy propicia para el sector evalúe la problemática, discuta pormenores, adopte una posición común, acuerde el camino a seguir, esboce la estrategia y establezca objetivos.
El campo llega al crucial encuentro en un momento donde la determinación que adopte, no sólo repercutirá en la coyuntura, sino que tendrá incidencia en el protagonismo o irrelevancia que pueda mostrar en el resto del año. Lo que está en juego es mucho y en consecuencia el desafío es sumamente importante.
Naturalmente que el temario se circunscribe a la conflictiva relación con el Gobierno nacional; al respecto, el cuadro de situación no presenta mayores incógnitas; desde el poder no existe la menor señal de diálogo, por el contrario, solo persisten actitudes confrontativas e, indiferencia total respecto a los problemas que sobresaltan al campo, el que en varias de sus actividades se ven afectadas de forma sustantiva.
Tal como están planteadas las cosas, todo hace suponer que la relación campo-Gobierno se extenderá signada por tensiones. A los desencuentros de vieja data, sobre finales del año pasado y lo que va del corriente se agregaron: la pretendida confiscación del predio de la SRA, quitarle la emisión de Formularios F1116 a FAA y, presionar a productores con la AFIP para que liquiden los remanentes de soja.
Durante toda la gestión de Cristina Fernández de Kirchner el agro es a través de la presión impositiva, la principal fuente de financiamiento de la nación. Con gran esfuerzo y merced a los buenos precios internacionales, el campo fue soportando a regañadientes la carga impuesta. Pero el panorama actual ya no es el mismo, al tiempo que la producción perdió rentabilidad, producto de la política cambiaria; la voracidad del Gobierno, los agujeros de la economía y la proliferación del gasto público, hacen que los recursos no le alcancen, al punto que un eventual incremento de las retenciones nunca deja de desestimarse.
A esta altura de los acontecimientos, es improbable que alguien piense que el Gobierno pueda rectificarse, por lo tanto lo previsible es que sigan empleando las máximas de su repertorio, o lo que es igual: ir por más. En tal sentido los asambleístas llegan a Pehuajó con un panorama bastante predecible.
El que no existan enigmas sobre cómo actuará la contraparte, da previsibilidad pero no exime de compromisos al sector; a la inversa, teniendo en cuenta la pertinacia oficial y, la forma de ejercer el poder, es menester que dirigentes y productores privilegien la búsqueda de un consenso en defensa del sector, sepan relativizar diferencias en temas que no tengan el carácter de substanciales, se concienticen de la importancia que reviste plantear un frente común y, convenzan de que la fuerza del conjunto se logra con la participación masiva.
Alcanzar este común denominador no implica que no se generen debates; por el contrario, las diferentes opiniones deben enriquecer la propuesta; tampoco significa que las diferencias internas o las visiones contrapuestas que puedan existir dentro de las entidades o, entre ellas deban resignarse; pero el propósito supremo debe ser priorizado, de no interpretarse cabalmente la oportunidad que hoy se les ofrece y lo que significaría desaprovecharla, el futuro se les presentará adverso.
Estas apreciaciones no deben considerarse como pesimistas, nada más alejado de ello; creo que existen razones, argumentos y un gran fastidio por el acoso permanente; no obstante en cualquier análisis que se precie de racional no deben excluirse debilidades mostradas últimamente.
En virtud de lo expresado, entiendo que hoy en Pehuajó se resuelve mucho más que una medida de fuerza o un plan de acción; está en juego la dignidad del sector más dinámico y eficiente de la economía nacional.