FERRETERO GALLEGO Un gallego llamado García abre una ferretería a sólo dos cuadras del Vaticano, en Roma. Como publicidad, fuera de su establecimiento, el gallego cuelga un enorme crucifijo. Bajo la figura de Jesús, clavado en la cruz, el gallego pone un cartel luminoso que dice: CLAVOS GARCÍA, 2000 AÑOS DE GARANTÍA. El escándalo fue mayúsculo. El Monseñor Fanfanni, editor del Osservatore Romano, va personalmente a conversar con el hijo de Galicia. De la forma más fina posible, el Padre Fanfanni le explica al gallego que no se puede usar este tipo de publicidad... ¡Y mucho menos, en Roma! El gallego, como hombre razonable que es, modifica su anuncio, reemplazando la figura del Cristo crucificado con otro. Esta vez, Jesús tiene solo una mano clavada, la otra está suelta, saludando al público. Debajo de la cruz hay un nuevo cartel luminoso que dice: ADIVINEN EN QUÉ MANO SE USÓ UN CLAVO GARCÍA El escándalo ahora llega hasta Castelgandolfo. El Papa Benedicto, horrorizado, va en su papamóvil hasta la tienda del ferretero. El Santo Padre, con sus trémulas manos, le clama al gallego: - Hijo mío, no puedes usar a la figura de Nuestro Señor como efigie de tus anuncios comerciales... Por favor, inventa otra cosa. El siempre creativo gallego coloca una cruz vacía, fuera de su tienda, y debajo de ella hay un nuevo cartel luminoso: SI LOS CLAVOS FUERAN GARCÍA... ¡NI DIOS SE ESCAPARÍA! DIVORCIO JUDIO Jacobo llama desde Tel Aviv a su hijo Samuel que emigró a Nueva York y le dice: -Lamento arruinarte el día, pero tengo que informarte que tu madre y yo nos estamos divorciando, cuarenta y cinco años de sufrimiento es suficiente. -Papi, ¿De qué estas hablando? !Y justo antes de las fiestas! grita el hijo. -No podemos soportar seguir viéndonos, le contesta el padre. Estamos hartos uno del otro y estoy cansado del tema así que es mejor que tú llames a tu hermana Anna en Chicago para contarle. Y corta el teléfono. Desesperado, el hijo llama a su hermana, quien explota en el teléfono. -¿Cómo que se están divorciando? !Yo me voy a hacer cargo del asunto! Inmediatamente la hija llama al padre y le dice: Ustedes NO se divorcian!. No hagan nada hasta que yo llegue. Ahora mismo vuelvo a llamar a mi hermano y vamos los dos con ustedes. Hasta entonces no hagan nada, ¿ESCUCHASTE BIEN? El padre deja el teléfono, mira a su esposa y le dice: Muy bien Rebeca todo salió perfecto... ! Los dos vienen para las fiestas y se pagan ellos los pasajes.
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