EL MERCADO SE REPOSICIONA FRENTE A LOS CAMBIOS DE ESCENARIOS EN SOJA
27/nov/2012
La cuestión es que en un mercado casi sin maíz, dependiente del clima para la soja sudamericana, con una demanda muy fuerte, y con una producción de trigo que se achica semana a semana, resultaría un contrasentido pasarse al lado vendido de la balanza.
Por: Dante Romano
El mercado está terminado de reposicionarse frente al cambio de escenario en soja, donde pasamos de considerar un fracaso productivo norteamericano, a encontrarnos conque en realidad si bien la producción no fue buena, tampoco fue tan mala como se temió. A medida que el mercado termina de digerir esta información, avanza la campaña Sudamericana con traspiés climáticos, y la pregunta es si la ecuación de oferta y demanda se volverá más distendida.
En el caso del maíz está confirmado que la producción Norteamericana fue severamente afectada por la seca, de esto no caben dudas. Y lo peor es que a diferencia de soja, donde Sudamérica puede equilibrar la balanza de lo que Norteamérica no produjo, aquí EEUU es prácticamente irremplazable.
Teniendo en cuanta ahora el mercado de trigo, los problemas productivos se siguen acumulando. Al inicio complicado en Europa, se le sumaron los problemas en los países del Mar Negro. Se espera que Rusia y Ucrania se retiren paulatinamente del mercado exportador. Pero en Australia inicialmente la falta de lluvias complicaron el inicio de la campaña, y luego el exceso de las mismas complicaron la calidad y la trilla. En nuestras latitudes en tanto tras un comienzo excelente, los excesos de humedad malograron la producción, tanto en calidad como en cantidad. Si bien la trilla recién arranca las perspectivas son malas. Sobre ello deberíamos sumar además que Brasil también sufrió problemas similares, y los rindes son muy bajos, acrecentando su dependencia de las importaciones.
En EEUU se ha terminado de sembrar el trigo de invierno, que representa un 70% de la producción total de este cereal, y el problema es que el nacimiento del mismo está muy afectado por la continuidad de la seca que golpeó este año al maíz. De hecho la calidad de los cultivos de trigo de invierno a esta altura del año es la peor de la que se tengan registros. No obstante, el trigo pasará ahora al momento donde se cubre de nieve y entra en hibernación. Esa capa de nieve es fundamental para protegerlo de las temperaturas bajo cero del invierno Norteamericano. Y luego con la primavera llegarán las lluvias y los deshielos. Si estos fenómenos son generosos, quizás pueda evitarse un problema productivo, pero la verdad es que el arranque no luce para nada bien, y las perspectivas son de que el clima seco persista.
Todo este panorama a su vez está rodeado de un contexto financiero muy incierto, pero dentro del cual empiezan a darse algunos elementos positivos. Cierto es que en EEUU de no lograr un acuerdo en el Congreso, el primero de enero habrá un ajuste automático de 600.000 millones de dólares en el gasto. A esto se le ha denominado el precipicio fiscal. Pero más allá de que se logre un acuerdo para ampliar los límites de endeudamiento de EEUU, lo cierto es que el ratio deuda/PBI superaría con creces el 100% marcando que el nivel de déficit que este país ostenta implicaría el default en cualquier otra nación. Respecto a esto, en Europa no se termina de acordar el tramo del rescate a Grecia que estaba pautado para julio. Pero más allá de todas estas cuestiones algunos datos están dando señas alentadoras: en EEUU se crean empleos a mejor ritmo, se inician construcciones, y en China la actividad industrial se muestra positiva por primera vez en mucho tiempo.
Otro elemento que sobrevuela todo esto es la actitud de los fondos especulativos. Los mismos han liquidado una porción muy grande de sus contratos comprados, y se aproximan a una posición neutral. Ahora bien, la cuestión es que en un mercado casi sin maíz, dependiente del clima para la soja sudamericana, con una demanda muy fuerte, y con una producción de trigo que se achica semana a semana, resultaría un contrasentido pasarse al lado vendido de la balanza.
Distinta será la situación a partir de fines de febrero y marzo, cuando tengamos mayor seguridad sobre la producción en nuestras latitudes, y además se vea más claro la expectativa de producción de EEUU. Actualmente los datos que se manejan apuntan a que se sembraría mucha más soja y algo más de maíz, pero en el caso del cereal desde un nivel extraordinariamente alto. Recordemos que este año se sembró en EEUU el área de maíz más grande desde la segunda guerra mundial. El faltante de oferta no es un problema de decisión de los productores, sino un capricho del clima: las lluvias se cortaron a fines de mayo, y si bien hubo un respiro a fines de agosto y principios de septiembre, el faltante de humedad en los suelos aún persiste. Es importante recordar que el segundo trimestre del 2013 nos podría poner frente a un mercado que se ubique un escalón por debajo del actual.
En lo que hace al mercado local debemos separar entre el mercado abierto al mundo de la soja y el controlado que es el de los cereales.
En el caso de la soja, el problema es la baja disponibilidad de mercadería. Quedarían unas 4 mill.tt. de soja de las 40 mill.tt. producidas, cuando el año pasado a la misma fecha estábamos con un remanente mayor a las 20mill.tt. Es importante la comparación porque para quien no está habituado a las magnitudes estas 4 mill.tt. pueden parecerles mucho, pero no lo son en comparación con lo que habitualmente hace el productor agropecuario. Esas 4 mill.tt. difícilmente se vendan de aquí en adelante, ya que están en manos muy fuertes, de personas que en un contexto interno plagado de riesgos, dificultades para colocar en sitios seguros los ahorros y en medio de un mercado internacional firme no tiene sentido desprenderse de los mismos. Son muchos los que señalan de hecho que ese tonelaje correspondería a dueños de campos que alquilan en quintales los mismos a arrendatarios, y que por lo tanto no tienen grandes necesidades de fondos, y tratarán de mantenerse en soja hacia adelante.
Esto genera un problema para las industrias de soja, que necesitan la mercadería para poder sostener un ritmo mínimo de molienda. De hecho lo que está aconteciendo era sabido: las fábricas no trasladaron en la suba toda la capacidad de pago adicional que tienen tradicionalmente sobre la exportación, preparándose para el quebranto que deberían afrontar por no tener suficiente mercadería para moler. Hoy por hoy de aparecer lotes de soja en el mercado, pueden obtenerse premios importantes, pero lo cierto es que por más que abiertamente los compradores salieran a ofrecer locuras, no podrían originar demasiada mercadería, sencillamente porque no la hay. Este es un síntoma más de lo que estamos viviendo.
En cuanto a la soja nueva, ha sufrido una baja considerable de la mano del mercado de Chicago, y vemos distintos síntomas de que esa baja podría haber sido excesiva: por un lado la reparición de los compradores internacionales tratando de aprovechar el buen momento, por el otro la reticencia a vender tanto de los productores locales como de sus pares en EEUU o Brasil, y finalmente la relación de precios entre el maíz y la soja que se ha extendido mucho, y el problema sería que la soja cayó demasiado mientras el maíz se mantuvo en precios excelentes.
Pasando a los mercados regulados comencemos por el trigo que tiene el problema más claro. Ya la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, tomando los primeros datos de rindes reales y las perspectivas de lo que se puede trillar una vez que se descuentan las hectáreas que están bajo el agua, piensa que la producción estaría poco más arriba de 10 mill.tt. Con un consumo interno al que se le asigna habitualmente 6 mill.tt. quedarían sólo 4mill.tt. de trigo para la exportación, y la misma ya está cerca de las 5 mill.tt. compradas. Esto implica que no hay más espacio para nuevas compras, y de hecho en las últimas semanas las compras han sido mínimas. Los compradores tradcionales de trigo están ya retirados y quedan las empresas que más recientemente se sumaron a la comercialización más recientemente y por tonelajes menores. La razón por la que los mismos siguen presentes es que no hay mucha oferta tampoco.
La razón de la baja oferta por trigo de la cosecha nueva es en primer lugar que se ha vendido ya mucha mercadería, y que los rindes que se van obteniendo son más bajos que lo esperado, y además con problemas de calidad serios. Las fuertes lluvias de los últimos meses han generado este fenómeno. Por ello los productores no quieren exponerse a vender más hasta tanto no puedan cumplir primero con sus compromisos de venta anticipada, y además no estén seguros de la calidad de la que disponen.
A quien se le va a complicar mucho el paño será a los molineros, que no tienen una capacidad de pago tan alta como la exportación, al estar el precio de la harina congelada en el mercado interno, y por otro lado al afrontar problemas financieros que se vienen arrastrando desde que el gobierno no cancelara los subsidios comprometidos en su momento.
Recordemos además lo que se comentó de Brasil: su producción esta también complicada por problemas de calidad y cantidad. Por ello es muy probable que haya un apetito fuerte de exportación, el problema es que como las compras en el mercado interno fueron muy rápidas no habría espacio para nuevas compras.
Pasando al maíz, la siembra viene muy demorada por los excesos de lluvia, aunque esta última semana el avance fue algo mejor. Lo que ocurre es que los productores no quieren arriesgarse a sembrar ahora porque entonces la floración ocurriría en pleno enero, el mes donde tradicionalmente más calor y menos lluvias se dan. Por esto se prefiere atrasar la implantación todavía más y volcarse a maíces de segundo ciclo o tardíos. Algo similar ocurriría con la soja.
El problema es que la demora en la siembra no es gratuita, sino que implicará menor producción. De todas formas si tomamos una producción de unas 24 mill.tt. y le detraemos un consumo de 8 mill.tt. para el mercado interno, nos quedarían unas 15 mill.tt. para exportación, que es lo que el gobierno autorizó. Pero de las 15 mill.tt. 11 serán para los grandes exportadores y 4 para los pequeños nucleados en CAPECO. Solo los grandes salen al mercado a comprar pujando por precios, y ya habrían comprado unas 8 mill.tt. Las 3 mill.tt. que quedan implican unos dos meses de oepratoria segura donde el mercado internacional estaría en contacto con el local. Recordemos que si los exportadores quieren conseguir en forma certera los ROE VERDE deben tener la mercadería comprada. Esto disparó la competencia entre ellos, y al igual que ocurre con trigo, como hay niveles de venta ya importantes, y todavía falta atravesar la floración, las ventas están en punto muerto.
Finalmente en cuanto al maíz lo otro que debemos mencionar es que la relación de precio entre el maíz y la carne no cierra. O sube la carne, o baja el maíz, y con las presiones inflacionarias y un año electoral en medio no parece buena idea permitir alzas en el precio de los alimentos al consumidor, con lo que el maíz tiene todas las de perder.
La conclusión de todo esto es que el mercado más firme en los próximos dos meses en Argentina será el maíz, ya que habrá ROE remanente y al mismo tiempo fortaleza de precios internacionales. Luego la soja que ha caído mucho debería recuperar terreno de la mano del mercado climático local. Pero luego esto cambiaría cuando a fines de febrero se empiece a pensar en la campaña nueva de EEUU. Esto complica bastante las cosas.
Finalmente el trigo está firme en el mercado mundial, pero a punto de desengancharse en el local con lo que habría que ser cuidadoso.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria