A un costado de la ruta, el policía ve venir un auto que avanza casi a paso de hombre. Se sube al patrullero y va hacia el infractor. Cuando se acerca ve que hay cinco viejitas dentro, con los ojos bien abiertos y pálidas como fantasmas. La señora que va al volante, visiblemente confundida, le dice al oficial: - Agente, no lo entiendo. Yo iba conduciendo exactamente a la velocidad permitida. - Caramba señora - le dice a la anciana que conducía -, manejar a una velocidad mucho más baja que el límite también puede ser muy peligroso. - ¡Pero oficial, yo iba exactamente a la velocidad permitida: 22 kilómetros por hora! Tratando de aguantar la risa, el policía le explica que 22 no es el límite de velocidad, sino el número de la ruta. Un poco avergonzada, la dama sonríe y agradece al policía el haberla sacado de su error. - Pero antes de dejarla ir, señora, dígame si están todas bien. Sus compañeras parecen muy asustadas y no han dicho palabra. A lo que la viejita responde: - No se preocupe, pronto estarán bien, es que acabamos de salir a la ruta 190.
|
El director general de un banco se preocupa por un joven director estrella, que después de un período de trabajar a la par de él, sin parar nunca a almorzar se empieza a ausentar al mediodía. Llama al detective privado del banco y le dice: • Siga a López un día entero, no vaya a ser que ande en algo vidrioso. El detective cumple con el cometido, vuelve e informa: López sale normalmente al mediodía, toma su auto, va a su casa a almorzar, luego le hace el amor a su mujer, se fuma uno de sus excelentes cigarros y vuelve a trabajar. Ah, bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso. • Responde el director. "Puedo tutearlo, señor?". Pregunta el detective. Sí, como no.- responde sorprendido el director.A lo que el detective dice: Repito: López sale normalmente al mediodía, toma tu auto, va a tu casa a almorzar, luego le hace el amor a tu mujer, se fuma uno de tus excelentes cigarros y vuelve a trabajar.
|