Está registrado? [Ingrese Aquí], sino [Regístrese]
Editoriales y Columnas
 
Imprimir esta páginaEnviar este artículo por E-mail, a un Amigo“SUPERVIVIR” TAMBIÉN ES “EXCELENCIA”
15/nov/2010

El sector que mayormente se descapitalizó fue el de los pequeños y medianos criadores que, ante la significativa suba de los precios, ahora no está en condiciones de repoblar campos.

Por Pedro Álvarez Bustos (*)


Para algunos grandes medios de comunicación pareciera que hay una sola Argentina agropecuaria. La de la pampa húmeda. Otro tanto ocurre con funcionarios de los más diversos niveles e incluso, en menor medida, con algunos “dirigentes” ruralistas.

Directamente no conocen la realidad de la geografía argentina y, menos aún, la atinente a las zonas ganaderas de cría, como lo es la del caldenal pampeano.

Siguen pregonando la necesidad de otorgar premios a la “excelencia” (lo cual no está mal), vinculada a innovaciones tecnológicas y desarrollo productivo solamente; encandilados por significativos rindes y valores agrícolas, suba del precio de la carne (en un país que cada vez produce menos y se descapitaliza más). Todo con una miopía tal que no les permite evaluar que la excelencia también está en la “supervivencia” de pequeños y medianos criadores que, pese al esfuerzo sostenido y al trabajo, continúan convirtiéndose en “rara avis in terris” en vía de extinción.

Éxodo y despoblamiento.

Tal como lo hemos venido denunciando, desde hace un dilatado tiempo, la intervención en los mercados y la funesta política instrumentada por los gobiernos K, han provocado la caída de mas de 10 millones de cabezas del stock vacuno en nuestro país. El sector que mayormente se descapitalizó fue el de los pequeños y medianos criadores que, ante la significativa suba de los precios, ahora no está en condiciones de repoblar campos.

La política estatal (años 2007/2009) obligó a mal vender vacas; todo fue a precios irrisorios y miserables. Política que se vio agravada por una sequía casi sin precedentes. La vaca que no se murió y pudo “liquidarse” a $ 250 ó 300, hoy debe ser pagada entre 3.500 y 4.000 pesos.

De las 421.221 explotaciones agrícola-ganaderas existentes en 1988 quedaban solo 273.590 a mediados del 2008 ó sea habían desaparecido 147.631; es decir a razón de 7.382 por año, como promedio (Censo Agropecuario del 2008 e informe del INDEC).

A ello debe agregarse las más de 11 mil que -en los últimos dos años- directamente se esfumaron.

Otros lograron sobrevivir con un rodeo mínimo, poniendo a salvo el mayor capital del cual eran y son portadores: la genética, producto de décadas de trabajo y selección.

Ello produjo, por ejemplo en La Pampa, el tercer y mayor éxodo que registra en su historia. Productores y trabajadores rurales fueron prácticamente expulsados de sus habituales lugares de trabajo y así lo reflejan nítidamente los censos. Va de suyo que también se constata visualmente. Esa es la triste y cruda realidad.

Al respecto merece destacarse el proyecto presentado en el Congreso de la Nación por el Diputado Nacional pampeano Ulises Forte, denominado Plan Arraigo, que busca detener la migración de los jóvenes rurales.

Nos reconforta el plan del legislador pampeano, porque como ya lo propusiéramos en otras oportunidades y en diversas reuniones, aspiramos se implemente una Política de Estado que contemple fortalecer el arraigo del productor rural.

Créditos, no dádivas.

Esos “supervivientes” son los que deben ser asistidos, en primer lugar, por una política crediticia razonable. Que asegure previsibilidad y otorgue confianza.

Mucho se habla de planes ganaderos, pero no deja de ser una suerte de “jarabe de pico”.

Aún más, se anunciaron y prometieron créditos a tasa cero pero luego, al instrumentarlos, se hacen en dólares (ni siquiera a valor producto) y con intereses que no bajan del 3,75 por ciento anual (tasa “primer mundo”, dicen), según lo anunciara el 11/11/10 el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Créditos que brindarían, para el gobernante, “condiciones ideales para un crecimiento sustentable”, cuando la verdad es que tales créditos en nada se diferencian de un “salvavidas de plomo”, cuando se trata de recomposición de rodeos o retención de hembras.

Paralelamente el Gobernador pampeano se ufanaba, en la misma fecha, anunciando la construcción de un autódromo, a 13 km de la ciudad de Santa Rosa, que “será el mejor del país”; mientras se glorificaba expresando que el Banco de La Pampa también era el “mejor del país. . .pero nadie lo dice”. Será, posiblemente, desde su óptica; dado que la institución bancaria carece de una política crediticia de fomento, de un adecuado programa para el desarrollo de la actividad agropecuaria integral de arraigo y, lo que rige, está acotado en demasía. Se trastocan eficiencia y calidad de servicio, con afán de lucro. Banco “rico” con una clientela de pequeños y medianos productores pobres o fundidos o en vía de extinción varios de los que aún sobreviven.

Consectario.

Los premios a la EXCELENCIA le deben ser otorgados -prioritariamente- a los “productores criadores supervivientes” mediante créditos equitativos, que no revistan el carácter de merced o gracia, ni construyan “clientelismo”, ni motiven la intervención del Poder Ejecutivo y guarden directa relación con los bienes a producir.

Reiteramos -una vez más- que esa es la última esperanza, ya fuere concebida como estado de ánimo o virtud teologal.


(*) Productor agropecuario de tercera generación y abogado.
pab@cpenet.com.ar










Se han visto 43339430 Páginas, desde el lunes, 25/may/2009
OnLine: 57 personas (57 visitantes anónimos)

Pregón Agropecuario - Córoba 785 - (6270) Huinca Renancó, Córdoba, Argentina
Para suscribirse al Boletín Electrónico: suscripcion@pregonagropecuario.com

Huinca Renancó, Córdoba - Argentina - martes, 05/dic/2023 - 06:00
Sistema FuncWay (c) 2003-2007