Ricardo recibió un loro por su cumpleaños; ya era un loro adulto, con una muy mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decía estaba adornada por alguna palabrota, así como siempre de muy mal genio. Ricardo trató desde el primer día de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música suave y siempre lo trataba con mucho cariño. Llegó un día en que Ricardo perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aún, hasta que en un momento de desesperación, Ricardo puso al loro en el congelador. Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que causaba en el compartimiento, hasta que de pronto todo fue silencio. Luego de un rato, Ricardo arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dio un paso al hombro de Ricardo y dijo: Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pido me disculpes y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento. Ricardo estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y estaba a punto de preguntarle qué es lo que lo había hecho cambiar de esa manera, cuando el loro continuó: Te puedo preguntar, ¿Qué fue lo que hizo el pollo? |
¿Para qué lleva un gallego una escalera al supermercado? Para bajar los precios ¿Por qué los gallegos se quedan mirando fijamente al cartón del jugo de naranja? Porque dice concentrado. ¿Por qué los gallegos se sientan atrás en el cine? Porque el que ríe al ultimo, ríe mejor. ¿Por qué las gallegas van al ginecólogo en grupos grandes? Porque en la puerta dice: CONSULTAS DE OCHO A DIEZ ¿Cómo abortan las gallegas? Les tiran piedras a las cigüeñas ¿Qué resulta del cruce entre un gallego y una Argentina? Un conserje que se cree dueño del edificio.
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