MALESTAR DE TAMBEROS EUROPEOS POR LOS PRECIOS DE LA LECHE

Para los productores lecheros del viejo continente, es menester que el mercado continúe regulado, aduciendo que es la única manera de que se pueda seguir produciendo lo que se está consumiendo en esos países, remarcando que los valores que están percibiendo en la actualidad no cubren los costos de producción.

Por: Aldo Norberto Bonaveri

La semana pasada unos 1.500 tamberos de la Unión Europea se concentraron frente a la sede del Consejo de la UE en Bruselas, en tiempo que los ministros de Agricultura se encontraban deliberando; la manifestación tenía el propósito de reclamar bajos precios de la leche y, en consecuencia demandar una reforma que garantice valores justos y equitativos.

Algunos de los concentrados llegaron al edificio en tractores, permaneciendo junto a sus colegas durante las 4 horas que duró la protesta, en la que arrojaron huevos y otros objetos; la presencia de de los efectivos policiales belgas impidió que se produjeran incidentes mayores.

Hasta la capital belga arribaron productores de diferentes países de la comunidad, tales como de: Bélgica, Holanda, Francia, Suecia, Luxemburgo, Italia y Alemania. El reclamo contó con el apoyo de ciertas ONG del viejo continente, entre las que se destacaban: Amigos de la Tierra Europa, Oxfam Bélgica, SOS Faim, la coordinadora europea Vía Campesina, el Sindicato Labrego Galego “SLG”. y, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos “COAG”.

Las críticas de los manifestantes se centraban en las conclusiones a las que había llegado el denominado Grupo de Alto Nivel, constituido con el objetivo de buscar soluciones a la crisis del sector, habida cuenta que a partir de la crisis internacional estaba asfixiando a los ganaderos lecheros. En tal sentido, las entidades que representan a los tamberos confiaron sus inquietudes a un equipo de expertos, los que una vez unificados los criterios debatieron sobre la problemática con los ministros comunitarios.

Las propuestas de los versados asesores contemplan la instrumentación de contratos homologados, a los efectos de regular la relación entre industria lechera y productores, robustecer el peso del tambero en la negociación a través de las cooperativas, como así también una mejor transparencia en la cadena de suministro, la que debe comprender la supervisión de los precios y referencias estadísticas de los mercados nacionales.

Para los productores lecheros del viejo continente, es menester que el mercado continúe regulado, aduciendo que es la única manera de que se pueda seguir produciendo lo que se está consumiendo en esos países, remarcando que los valores que están percibiendo en la actualidad no cubren los costos de producción.

Por otra parte el reclamo de las organizaciones gremiales coincide en señalar que lo pergeñado por el Grupo de Alto Nivel es funcional a la industria. Según dirigentes de la Coordinadora Europea Vía Campesina y COAG los ganaderos requieren precios de las leches estables y justas, que les permita al menos, una mínima rentabilidad. En consonancia con ello, las entidades sostienen que el valor añadido, actualmente acaparado por las fábricas y la distribución, debe repartirse de manera equitativa y transparente dentro de la cadena de producción de la leche.

Para las entidades la volatilidad de los precios es el resultado de una decisión política de posicionar Europa en un mercado internacional desregulado, en tal sentido, arguyen que la oscilación negativa de las cotizaciones es perniciosa para el sector productivo, máxime teniendo en cuenta que se trata una actividad de inversiones a largo plazo; agregando que los precios al consumidor son demasiado altos, por lo que la ganancia se centraliza en la transformación y la distribución.

Cabe consignar que el Informe del Grupo de Alto Nivel “GAN” indica que la red de seguridad actual es suficiente para afrontar la volatilidad de los precios, algo que parece no condecir con los aproximadamente las varias decenas de miles tamberos que abandonaron la actividad en Europa en los últimos años. En razón de ello los productores abogan para que el mantenimiento del sistema de cuotas se extienda más allá de 2015, adecuando la capacidad productiva a la demanda real.

El GAN fue creado en el otoño del 2009, cuando los precios de la lechería tocaran fondo y, producto de ello, acontecieron movilizaciones y huelgas en varios países de la comunidad, el mismo está integrado por un representante de cada uno de los 27 Estados que conforman la UE.

Como sucede con frecuencia y es natural dado el número de miembros, hallar los consensos en la UE no es una tarea sencilla, este caso no es la excepción y sobre el particular aparecen dos criterios diferenciados. Mientras la mayoría de los gobiernos concuerdan en respaldar la contingencia de generalizar los contratos y de hacerlos obligatorios, existe una línea que bien podrían denominarse comercialmente más liberal, integrada por el Reino Unido, Holanda, Dinamarca y Suecia, que preconizan la flexibilidad, proponiendo que los acuerdos sean voluntarios. Estos se muestran reticentes a otra recomendación del GAN, más precisamente, la opción de ensayar excepciones a las leyes de la competencia, para que las organizaciones de productores puedan negociar precios.

Como es histórico y coherente con el pensamiento en esta temática, Francia lidera la defensa de un trato excepcional, enfatizando que el sector agrícola es especial, haciendo mención a la política proteccionista y los tratados que desde su creación fueron una constante en la UE.

Ante estos acontecimientos, la organización European Milk Board “EMB”, que congrega a lácteas de diferentes países de la comunidad, elevó al Comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, una propuesta con vistas a poder mejorar el peso de los ganaderos en las negociaciones con la industria.

La propuesta consiste en que se conceda al sector lácteo, una excepción al acatamiento de las normas de competencia. De este modo, los tamberos podrían organizarse y desarrollar normas comunes de comercialización de la leche, como precios mínimos, tipo de calidades, etc.

Conforme a las reglas de competencia en la UE, las entidades de productores de leche comunitarias están acotadas a un 5 o un 15% de la cuota mercado. Para la EMB, la dispensa en el cumplimiento de las normas de competencia arrastraría a una verdadera competencia entre ganaderos e industrias, así como entre las propias fábricas, con relación a la comercialización de la leche cruda.