

Raza canina Gran Danés
Es una raza muy tranquila y equilibrada, mostrando serenidad en cualquier situación. Son perros obedientes y fáciles de adiestrar. Todo un ejemplo de fuerza y potencia controlada, y de una elegancia única en el reino animal.
Por: Norberto Veribona Dola

ORIGEN
La raza Gran Danés, también conocida como dogo alemán o alano alemán tiene como ancestros al desaparecido Bullenbeisser, cruzado con otros perros de caza; de estos apareamientos surgieron diferentes variedades de dogos, hasta hallar el prototipo del Gran Danés a fines del Siglo XIX.
Si bien el origen del Gran Danés es Alemania, existen ilustraciones de grandes perros de pelea de pelo corto y hocico chato que siguieron a los asirios hace más de 4000 años presentan un parecido con la casta que nos ocupa. En Dinamarca se han hallado restos óseos de este tipo de canes que datan de un período que va de los años 5000 A.C y 1000 D.C. De todas maneras no hay datos concretos que permitan conjeturar un parentesco. En su momento, una corriente de opinión suponía una relación con el Dogo del Tíbet, una de las razas más antiguas del Oriente, pero esa presunción ha quedado descartada tras contrastes de ADN.
Los perros Gran Danés, fueron considerandos canes de lujo y un símbolo de posición social. Con el correr del tiempo la raza fue alcanzando una gran popularidad, famosos por características físicas y por su temple afable. Su dueño más famoso fue Otto von Bismark, primer canciller del Imperio alemán, que tuvo estos animales durante más de 60 años, en virtud de ello se ganó el mote “de perro del Imperio”.
Teniendo en cuenta estos perros vivían principalmente en familia, los genetistas orientaron su búsqueda en lograr un carácter tranquilo, equilibrado y obediente. El primer club de la raza que se fundó fue el alemán, en 1888.
CARACTERISTICAS
Gran Danés es una de las razas de perros más grandes que existen, la sola presencia intimida, dada la imponente apariencia, su enorme estatura se expresa en la altura que va de los 80 a 90 cm en los machos y de 70 a 82 cm en las hembras. En animales adultos el peso oscila entre los 55 y 90 kilos en macho y de 45 a 85 kilos en las hembras. Si se levanta sobre sus dos patas traseras, los ejemplares más grandes alcanzarían a medir casi dos metros. Muy fuerte y bien proporcionado, musculoso pero bien estilizado.
La cabeza es delgada y alargada , pero no puntiaguda; el hocico algo rectangular y muy bien determinado. La trufa generalmente negra es más bien grande, en los de pelaje arlequín o azulado la nariz se presenta color carne o con manchas negras. Los ojos vivaces son medianos y almendrados, mayoritariamente oscuros, no obstante hay ejemplares con más claros o hasta de diferente tonalidad. Las orejas se muestran altas, medianas y caídas ( se doblan y caen a ambos lados de la cabeza) ; otrora era común que se los sometiera a desalmados cortes de orejas, práctica que felizmente se ha discontinuado.
El cogote es largo y musculoso. Inserción bien formada afinándose levemente hacia la cabeza con una línea arqueada y porte erguido con una leve inclinación hacia adelante. La espalda más bien corta y firme en una línea casi recta con una imperceptible caída hacia atrás. El lomo se presenta levemente arqueado, ancho y con apropiada musculatura. El pecho muestra las costillas bien arqueadas se extienden bien hacia atrás. El tórax es de buena amplitud con antepecho bien definido. La grupa es amplia, con buena carnosidad.
La cola es de inserción alta y ancha, adelgazándose uniformemente hasta la punta. En reposo cuelga hacia abajo formando una curva natural. Cuando el perro está excitado o en movimiento la lleva ligeramente en forma de sable, pero sin sobrepasar mucho la línea dorsal.
Cabe destacar que tiene tendencia a mover su cola enérgicamente, con lo que es menester tener cuidado ya que debido a longitud y fuerza puede ser un auténtico látigo y ocasionar daño en las personas o en algunos objetos.

Es un perro de figura elegante y armoniosa, de patas largas y robustas; siendo además ágil en sus movimientos y bastante rápido para desplazarse pese a su tamaño.
El pelaje es muy corto y duro, áspero al tacto. Tiende normalmente a mantenerse muy brillante, no obstante suele requerir cepillados para mostrarse en plenitud. Existe una gama de colores en su capa: Negro, que cubre todo el cuerpo, pudiendo presentar algunas manchas blancas en el pecho y en las patas. Arlequín, base de blanco puro y salpicado con manchas de diferentes formas y tamaños por todo el cuerpo. Leonado, un dorado que puede ser pálido o intenso, generalmente acompañado de una máscara negra. Atigrado, base leonado con rayas negras propagadas por todo el cuerpo. Azul, tonalidad acero oscuro, en ocasiones suele presentar también algunas manchas blancas en el pecho o en las patas.
La esperanza de vida se sitúa entre los 8 y 10 años.
TEMPERAMENTO
A pesar de su tamaño y potencia, es un animal muy amistoso con las personas, por lo que es extremadamente raro que pueda mostrar algún signo de agresividad. Cabe decir que en sus orígenes el Gran Danés era más agresivo y con instinto de caza que el actual. Por entonces se trataba de un luchador fuerte y recio que a menudo era temido por las personas debido a su gran tamaño y a su fuerte temperamento. Producto de un laborioso trabajo genético, se logró modelar la personalidad de este gigante hasta convertirlo en el perro afable y dócil que conocemos en la actualidad.
Si bien es una raza que atemoriza con solo verla, generalmente se lleva bien con todo el mundo y no reviste ningún tipo de peligro para las personas. Pese a su porte, no es un animal torpe. Se dice que el tamaño se compadece con su gran corazón, en virtud de ello, su naturaleza amigable, bondadosa e inteligente conquista a quienes lo frecuentan.

A estos gigantones mansos no les gusta quedarse solos, prefieren siempre la proximidad con los humanos. Su carácter reservado y llano hace que sean una excelente compañía en cualquier contexto.
Son animales fieles, pero no sumisos, y sorprenden a sus amos haciendo lo que buenamente les apetece.
Evidentemente las dimensiones de este perro infunden respeto, lo que suele ser muy positivo para utilizarlos como guardianes; frente a los desconocidos se muestran atentos, en un primer momento algo escépticos, aunque rara vez ladren o amenacen; no les hace falta porque su sola presencia soslaya cualquier intento. En mérito a su serenidad y amenidad son apropiados para vivir en familia.
Expresan un gran apego hacia su dueño, valorando su compañía por encima de todas las cosas, tienen buena relación con los niños con quienes son cariñosos y juguetones; sociables con otros canes. Debido a su sereno comportamiento y pese a su composición, se adecua muy bien a vivir en el interior de una vivienda. Si es muy importante sacarlo para que realice diariamente los ejercicios necesarios.
Es una raza muy tranquila y equilibrada, mostrando serenidad en cualquier situación. Son perros obedientes y fáciles de adiestrar. Todo un ejemplo de fuerza y potencia controlada, y de una elegancia única en el reino animal.
SALUD
El Gran Danés requiere unos cuidados determinados, por lo que el dueño debe saber cómo manejarlo y que entienda sus necesidades, ya que es proclive a ciertos problemas de salud que deben controlarse.
Las enfermedades más comunes están relacionados a su tamaño, siendo es propenso a sufrir torsión gástrica, por lo que hay que vigilar especialmente su alimentación. Además pueden padecer displasia de cadera, cardiomiopatía, espondilomielopatía cervical, o displasia de codo entre otras cosas. Algunas de estas enfermedades pueden evitarse siguiendo un estilo de vida adecuado. Siempre es aconsejable visitar al veterinario en caso de que el animal muestre cualquier síntoma extraño.

(Especialmente redactado para Pregón Agropecuario)