

PREPARÁNDOSE PARA ALMACENAR LA GRUESA (Aire para la cosecha)
27/mar/2010
Los técnicos Diego de la Torre y Ricardo Bartosik, del INTA Balcarce -Buenos Aires-, ofrecen recomendaciones para una mejor aireación de silos con el objeto de aumentar la eficacia del manejo de granos en diferentes condiciones.
La actual campaña de cosecha gruesa se presenta con perspectivas de record de producción. Según un estudio del INTA Balcarce, las buenas condiciones climáticas y las abundantes precipitaciones prevén un alto volumen de grano húmedo que deberá ser acondicionado previo a su almacenamiento y comercialización.
Ante este panorama, se recuerda tener en cuenta las capacidades y limitaciones de los sistemas de aireación de los silos para manejar grano con diferentes condiciones. Por ejemplo, para enfriar grano seco se requiere un caudal de aire relativamente bajo, a razón de 0,1 m3.min-1.t-1 –metros cúbicos de aire por minuto y por tonelada de gano almacenado–.
Sin embargo, si se quiere mantener en buenas condiciones el grano húmedo a la espera de ser secado –por ejemplo, maíz a 18%– o extraer un punto de humedad al grano en un tiempo razonable –maíz a 16% o soja a 15%–, para evitar el daño por hongos –acondicionamiento por humedad– el caudal de aire requerido es de 2 a 5 veces superior –aireación reforzada–.
Si lo que se desea es secar en silo –bajar 3 o más puntos de humedad–, se requieren caudales de aire 10 veces superiores a una aireación de mantenimiento –1 m3/min.t–, un sistema de distribución de aire bien dimensionado –conductos–, quemador y un controlador automático del sistema.
El secado en silo es un proceso lento que dura varias semanas, por lo que normalmente no se adapta a la logística de un acopio. Cabe mencionar que el INTA desarrolla un silo secador –junto con empresas privadas– orientado básicamente al secado de granos con valor diferencial –cultivos especiales: maíz pisingallo, semillas, maíz para industria–.

Recomendaciones para la aireación de grano seco
La aireación de grano seco se utiliza para mantener la temperatura de la masa de grano lo más baja posible, minimizando el desarrollo de hongos, pero fundamentalmente de insectos. Si la temperatura de la masa de granos se mantiene por debajo de 15 °C, los insectos plaga de los granos almacenados no se pueden desarrollar. Es recomendable usar aireación para grano seco en las horas más frescas –generalmente por la noche– y tratar de llevar la temperatura de la masa de granos por debajo de 15 °C.
Por factores climáticos, en algunas localidades convendrá primero bajar la temperatura a 18-20 °C en el primer ciclo de aireación, y luego –ya entrado el otoño– se recomienda realizar un segundo ciclo para disminuirla a valores que estén por debajo de 15 °C. Durante el invierno, si el almacenamiento se prolonga en el tiempo, conviene realizar otro ciclo de aireación hasta llegar a 8-10 °C y luego sellar la boca del ventilador para evitar el efecto “chimenea” de calentamiento paulatino del grano.
Mantenimiento de grano húmedo previo al secado
Si se necesita almacenar grano muy húmedo –maíz a 18% de humedad– hasta que pueda ser secado en una secadora de alta temperatura, se debe contar con una aireación reforzada (0,5 m3.min-1.t-1) y permanente. Esto es así porque el grano húmedo respira muy intensamente, genera calor y estropea la calidad del grano.
La aireación continua permite mantener la temperatura del grano en valores cercanos al ambiente, para preservar la calidad del grano hasta que pueda ser secado. Conviene resaltar que esta situación no puede prolongarse más de tres semanas.
Acondicionamiento por humedad
Un sistema de aireación reforzado puede extraer un punto de humead en menos de un mes, lo que permite un almacenaje seguro. Por ejemplo, si cosechamos maíz a 15,5% de humedad y lo almacenamos en un silo con un aireación reforzada de 0,5 m3.min-1.t-1, es posible reducir su humedad a 14,5 –humedad de recibo– antes de que los hongos empiecen a desarrollarse y dañen el grano.
Para lograrlo, es importante que el ventilador este encendido la mayor parte del tiempo hasta reducir la humedad. Sólo habría que apagarlo cuando la humedad relativa ambiente sea superior a 80%.
Descorazonado del silo
Para el manejo de grano húmedo con aireación es fundamental conocer el caudal ofrecido por el ventilador y asegurar que la distribución del aire en la masa de granos sea uniforme.
En este sentido, es recomendable practicar el descorazonado del silo. Esta técnica consiste en extraer aproximadamente el 3% del grano contenido en el silo lleno –invertir el “copete”– y de esta manera eliminar la columna central de grano en la que normalmente se concentra el material fino que entorpece el paso del aire y facilita el desarrollo de insectos, hongos y toxinas.
El grano descargado puede ser pasado por la limpieza y regresado al silo o enviado para la venta, pero nunca se debe recircular porque no tiene efecto la práctica del descorazonado.
Monitoreo
Es importante reconocer que almacenar grano húmedo representa una situación de riesgo, por lo que estos granos deben ser monitoreados regularmente. Esta práctica consiste en inspecciones visuales de las instalaciones de acopio para detectar cualquier gotera o filtración de humedad en la estructura. Siempre que sea posible, se debe caminar por la superficie del granel para observar el desarrollo incipiente de hongos –tomar los recaudos de seguridad necesarios–.
Utilizar el olfato para detectar olores que evidencien descomposición del grano, ya sea en el espacio aéreo del silo o en el aire servido del sistema de ventilación. Utilizar termometría para detectar focos de calentamiento en la masa de granos y monitorear el avance del frente de enfriamiento.
Las oleaginosas son menos tolerantes al almacenamiento con humedad, por lo que requieren más atención. Si el problema se detecta tempranamente se puede intentar una primera alternativa de solución, utilizando aireación de manera continua hasta restablecer las condiciones normales de almacenamiento. Si la aireación continua no fuera efectiva, entonces se deberá transitar para “romper” el núcleo de calentamiento.
Fuente: Prensa INTA - Balcarce