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Imprimir esta páginaEnviar este artículo por E-mail, a un AmigoQuesos de búfala “made in Colombia” llegarían a México y Japón en 2018
16/mar/2018

La firma Dibufala, que produce desde el Rosal, Cundinamarca, aspira a ser el líder de este segmento en toda América de aquí al 2020.


Por: Andrés Felipe Quintero Vega

Con una presencia en 473 supermercados a lo largo y ancho de Estados Unidos, y una alta penetración en el mercado chileno, la firma nacional Dibufala va por más este año, por lo que buscará concretar su entrada al mercado japonés y mexicano. Asimismo, no descartan su llegada a Panamá y Perú, que se ha dificultado un poco por las barreras fitosanitarias y el brote de aftosa del año pasado.

El gerente general de la compañía, Alejandro Gómez, explicó que “desde la fundación de la compañía en 2008, se tuvo una visión para exportar. Para ello se invirtieron cerca de $1.500 millones en la planta que hoy está ubicada en el Rosal, Cundinamarca. El producto ha tenido buena acogida en el exterior por el tema del libre pastoreo y porque es un producto orgánico”. Dibufala, que también produce queso ricotta, burrata y yogurts, tiene una alianza con la cadena estadounidense Whole Foods, lo cual le ha permitido tener una fuerte presencia en el mercado de EE. UU. Allí se consigue una unidad en promedio a US$9,99.

Gómez aseguró que 60% de sus ventas proviene de las exportaciones y que su crecimiento ha sido importante en los últimos años. “Hace dos años vendíamos al exterior unas 150 toneladas de queso de búfala, el año pasado alcanzamos las 200 toneladas y para 2018, vamos por las 300 toneladas”, complementó el gerente general de Dibufala, quien espera que la compañía sea “el rey de esta categoría de aquí a 2020”. Y en cuanto al mercado europeo no lo pierden de vista, por lo que ya han enviado algunas muestras para que en un futuro puedan dar el salto al viejo continente.

En cuanto al 40% restante de la facturación de la compañía, que corresponde al consumo nacional, Gómez ve una buena oportunidad para abrirse camino y posicionarse en los platos de los colombianos. “El consumo per cápita de queso de un colombiano es de unos 2,2 kilogramos, mientras que en Argentina es de 12 kilogramos y en Francia ronda los 23 kilogramos. Además, la mitad de nuestras ventas nacionales provienen de las grandes cadenas y la otra mitad de los restaurantes. Hemos venido hablando con chefs para que se enseñe y se promocione el consumo el queso de búfala”, aseguró Gómez.

Igualmente, el gerente general de Dibufala reconoce que este tipo de queso es un producto de nicho y no uno de consumo masivo, por su precio y por el tipo de consumidor al que le están apuntando. “Por los costos no es un queso barato de producir. Sin embargo, a medida de que el hato aumente, iremos explorando y profundizando en nuestras categorías de productos”, puntualizó Gómez.

Los precios de una búfala en el país van desde los $2,5 millones hasta los $3,5 millones. “Una búfala normal puede producir diariamente 5 litros de leche, cuando una vaca produce unos 20 litros. La calidad de la leche en cuanto a habilidad quesera es el doble. De los cinco litros yo saco un kilo y con los mismos cinco litros de una vaca alcanza para medio kilo de queso”, especificó Gómez.

Por otro lado, el mercado de tiendas propias es una posibilidad para esta empresa colombiana, ya que podrían complementar su oferta de productos con otros como el vino, el prosciutto, el pan, la pizza, las ensaladas, entre otros. “Ya tenemos una pizzería cerca a la planta en el Rosal, sin embargo, no nos queremos distraer de nuestro objetivo principal que es el de exportar. Cuando ya hayamos crecido lo suficiente y diversificado nuestra oferta, podremos pensar en tiendas propias estilo boutique, que incluso podría ser franquiciable a futuro”, afirmó el directivo de Dibufala.

En cuanto a la logística de las ventas internacionales de la compañía, Gómez destacó que los quesos tienen un vida útil cercana a 45 días y que el proceso de exportación puede durar cerca de 10 días, por lo que se hace vía aérea y luego vía terrestre. “Son buenos tiempos, pero la disponibilidad de flete ha sido limitada y ha subido bastante en los últimos tiempos”, aclaró.

Por último, el empresario expresó que “lo que hemos hecho es la prueba de que sí se puede exportar y diversificar nuestra producción. Las compañías deberían animarse más”.

Fuente: Portafolio

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