

Los mapuches, de argentinos originarios nada tienen
07/oct/2017
Los mapuches son araucanos (o etnias araucanizadas Borogas, Huilliches y Moluches) chilenos que ingresaron a nuestro país varios siglos después del descubrimiento de América. |
Por: Pedro Álvarez Bustos (*)
Los mapuches no son un pueblo originario, no estaban en el momento que llegaran los españoles.
Pueblos originarios son, conforme las convenciones de la O.I.T. Nª 107 del 1957 y Nª 169 de 1989 y la ley nacional Nª 23.302, aquellos que vivían en nuestro territorio o en una parte de nuestro territorio, en el momento de la conquista y colonización española.
Los autodenominados mapuches comienzan a ingresar casi dos décadas después de comenzado el siglo XVIII y provenían de Chile en la época del araucano.
Los mapuches son araucanos (o etnias araucanizadas Borogas, Huilliches y Moluches) chilenos que ingresaron a nuestro país varios siglos después del descubrimiento de América. En Chile la población mapuche oscilaba en el 5% y en Argentina apenas pudo alcanzar a una decena de miles de personas.
En nuestro país hubo colonias agrícolas desde antes y por leyes argentinas se otorgaron tierras a distintas comunidades indígenas (no mapuches, por inexistentes) que hoy, en su mayoría, no las tienen por haberlas vendido o mal vendido o porque se las usurparon.
En la batalla de Maipú se aseguró y consolidó la independencia de Chile. Fue el 5 de abril de 1818. Hace casi 200 años.
Historia de los Pincheyras.
Luego de derrotado en Maipú el último cuerpo militar español respetable, que quedaba en Chile (según lo expresa el Coronel Olascoaga), varios caudillos españoles y chilenos, como los Zapata, los Benavidez, los Pincheyras, los Salvo, etc -prestigiosos entre las chusmas y comerciantes de ganado- levantaron tropas de cristianos e indios, procedentes de la dispersión de la referenciada Batalla, donde se habían encontrado en las filas españolas y fueron terribles flagelos para La Pampa y poblaciones australes de Santa Fe, Córdoba, San Luis, Mendoza y oeste de la provincia de Buenos Aires.
Los Pincheyras eran cuatro hermanos: Antonio, Pablo, José Antonio y Santos; se hicieron seguir (año 1818) por unos 300 connacionales y un número interesante de indios mapuches. Fueron perseguidos por tropas regulares argentinas y chilenas. Lograron emboscarse en la cordillera fronteriza, extendiendo su campo de acción en los dos países que desde allí dominaban.
Desaparecen los Pincheyras.
Desde Bahía Blanca salió una expedición (abril de 1828), ordenada por el Coronel Estomba, para combatirlos; anteriormente se había generado con el mismo fin la expedición chilena del Capitán Juan de Dios Montero (1827) y la campaña definitiva de aniquilamiento se produjo en enero de 1832, dirigida por el General Bulnes -chileno-; más tarde presidente de su país.
Grandes invasiones: 1820, 1830 y a partir de 1885, que continúa.
El nombre de mapuches fue creado por antropólogos ingleses y chilenos, hace más de 200 años, para confundir con una denominación parecida a pueblos originarios.
Después de los Pincheyras, en 1830, con el apoyo de guerrilleros realistas esta vez encabezados por Zúñiga, los indios Pampas Serranos o Puelches fueron desalojados y lanceados en Sierra de la Ventana y Sauce Chico, matando a los caciques pampas Lomo Colorado, Catrileu, Curitripay y a sus hijos. A los que lograron escapar los masacraron frente a la Fortaleza Protectora Argentina en Bahìa Blanca.
La matanza continuó hasta que no quedaron rastros de Tehuelches originarios en nuestro territorio argentino.
A simple título ejemplificativo, es digno resaltar que en un solo malón (Azul 1855) además de llevarse 150 cautivas y 40.000 cabezas de ganado, fueron asesinados en una sola tarde más de 300 pobladores. Y malones así los hubo en abundancia.
Consectario.
Nadie hubiera podido imaginar, siquiera, que los ecos de la Batalla de Maipú resonarían en nuestra zona atuelina pampeana y en todo el país.
Aún más, que descendientes de aquellos bandoleros y araucanos-mapuches reclamen ahora tierras como pueblos originarios, cuando fueron invasores y exterminaron a quienes ya estaban, los Tehuelches.
Hay un reconocimiento del Cacique Calfucurá (padre de Manuel Namuncurá y abuelo de Ceferino Namuncurá) que es por demás elocuente. Dice: “estaba en Chile y soy chileno y ahora hace como treinta años que estoy en estas tierras” (carta de Calfucurá a Mitre, en 1867, que se conserva en el Museo Mitre).
(*) Ex Fiscal de Estado de La Pampa; abogado, escritor y
productor agropecuario de tercera generación.
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