Las internas sobrevienen por celos incontrolables y ambiciones desmedidas de los funcionarios. |
Por: Dr. Rubén Emilio García
Debido a la pelea por el control de la aduana y los servicios de inteligencia, y después de que Gómez Centurión se presentara como el héroe antinarco que descubrió un cargamento de efedrina en Ezeiza, la ministra Bullrich reveló que esa información la tenía el ex militar desde mayo. No solo eso, los datos “secretos” habían sido publicados en el Boletín Oficial el miércoles pasado, y se armó la interna. El viejo entramado político siempre latente en la política Argentina, y que yo describiera en el libro “La Aftosa en el SENASA” (1997) Recordemos
Cané seguía al frente del SENASA por voluntad del Dr. Cavallo. Le reconocía la tarea desplegada en el control de la aftosa y le daba su apoyo sobre Solá, de quién guardaba el concepto de confabulador y responsable de erosionar el lugar del Ingeniero Marcelo Regúnega, un gran colaborador suyo, en la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
En versiones de corrillos políticos se rumoreaba que Solá perdía protagonismo como Diputado Nacional, mientras el prestigio de Cané crecía. En virtud de esa realidad, comenzó un trabajo de zapa en los alrededores del Presidente Menem, para roer la estabilidad del Secretario Regúnega, venido del social cristianismo, y ocupar su lugar. Logró su cometido mediante su raedura insistente y los buenos oficios en pro de su designación de peronistas de peso de la Provincia de Buenos Aires.
Arribado al cargo de Secretario de la SAGPyA, su próximo objetivo, según sus allegados, apuntaba opacar el brillo del Administrador General.
Bernardo Cané nunca fue Caballista. Como Solá, surgió de las filas del Cafierismo Bonaerense. El roce entre ellos, según conmilitones, comenzó con los celos de Solá por la inteligencia manifiesta del médico veterinario, y las muestras de reconocimiento por su destacada actuación en la lucha contra la aftosa. Esta consideración general lo convertía en el único militante competitivo en robarle espacio político en el ámbito agropecuario partidista. Creció más su antipatía, tras el revuelo nacional por el éxito del Plan de Control de la Aftosa 90/92 y el lanzamiento del Plan de Erradicación 93/97, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, con Cané, junto al Presidente de la Nación.
En resumen, las internas sobrevienen por celos incontrolables y ambiciones desmedidas de los funcionarios.