Sistema democratico y electoral
01/ago/2021
(Decrepitud de sus protagonistas)
Por: Roberto Fermín Bertossi
Una profunda crisis ética, normativa y de anarquía político-partidaria, impregna nuestro sistema electoral, en vísperas de las próximas elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO/Ley 26.571/09)
Nuestro sistema electoral al relucir por amañado, corrompido e inerme vg. no solo en feudos o provincias como Formosa, ha resultado ineficiente e impotente para canalizar y satisfacer legítimos derechos y aspiraciones ciudadanas para alcanzar el bien común según pregonan, sin excepción, todos los partidos políticos, las coaliciones coyunturales y sus candidatos u “out sider” mediáticos sin formación política suficiente y apropiada.
¿Cuántas situaciones de precariedad y sufrimientos perduran y se profundizan absurda y denigrantemente? ¿Cuántas heridas sellan la carne de ciudadanos que ya no tienen voz porque su grito se ha debilitado, escondido o silenciado a causa de tantos fracasos de los principales actores y protagonistas políticos de siempre? ¿Cuánta pobreza e indigencia más serán necesarias para enjuiciar electoralmente tan tremenda aporía política gubernamental exhibida, vg? en los últimos 55 años?
Ojalá, entonces, que estos cuestionados y polémicos sufragios PASO, ya no reflejen indiferencias o absentismos que humillan ni una habitualidad que despersonalizada, anestesia el ánimo o acicatea cinismos autodestructores.
Ojalá que lo hagamos empezando a independizarnos de todo candidato eterno (muchos de los actuales aún con mandatos vigentes hasta el año 2023´), de funcionarios y legisladores que descaradamente viven de campaña; de la corrupción, de la desigualdad, de los privilegios y las inequidades, del nepotismo, de la mentira, del robo, de la indignidad, de antiguas tradiciones políticas familiares empoderadas por insaciables enriquecimientos ilícitos; todo lo cual nos viene denigrando, humillando, postergando; sutilmente sometiendo y despersonalizando.
Ojalá que esta vez, al votar, elijamos escuchando el clamor de la vida humana mutilada en cada pensionado y jubilado ordinario, en cada médico, enfermero, docente y agente del orden maltratado e infra retribuido; ojalá nos acordemos de las ulcerosas heridas de la biodiversidad, de la desnutrición, del hambre, de la indigencia, de la libertad y de la dignidad, de la justicia y de la honestidad, de la amistad cívica, del auténtico federalismo, de la cultura del trabajo y de nuestra casa común.
Ojalá que esta oportunidad revele que aprendimos a elegir a quienes puedan devolvernos dignidad, respeto, equidad, sacrificios compartidos, paz interior y una educación eficaz con neutralidad política que procure también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano y la sociedad en su relación con la naturaleza y la producción; a quienes no olviden los daños provocados a las víctimas de la corrupción, de los privilegios, de la inseguridad personal y familiar, de los servicios públicos (vg., tragedia de once) ni de las culposas consecuencias actuales -algunas irreparables- por la politización e ineficacias oficiales en la gestión de la pandemia y cuarentena por coronavirus.
Entre otros ´notables´, el propio presidente Macri -en ejercicio- afirmó: «es una falta de respeto dilapidar recursos» en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias agregando que le da «mucha bronca» que el Estado financie «una elección que solamente se hace en la Argentina». «Yo vivo para ahorrar de a 100 mil pesos y (con las Paso) estamos dilapidando 2.500 millones»
https://www.lanacion.com.ar/politica/gasto-inutil-sector-cambiemos-impulsa-suspender-paso-nid2261052/ )
Preconclusivamente, no se equivocaba Tomas Abraham cuando denunciaba que con las PASO estamos siendo víctimas de una consulta fraudulenta, de un insulto a la ciudadanía fraguado por los mismos que promulgaron estas leyes inconstitucionales. Por eso mismo no debemos hacerles el juego a estas cínicas castas que viven de esto y para esto. Claramente de tal modo electoral, nuestro país no solo en nada avanzó con estas prácticas inconstitucionales, sino que retrocede aceleradamente en términos de legitimidad, ciudadanía y cultura democrática-republicana pero fundamentalmente en calidad de vida. Sobre esto último, resulta lapidario para la casta política vernácula, consultar y contrastar los índices oficiales entre el año 1966 y este 2021´
Dicha casta aún impune, olvida y omite que no somos esclavos de ellos cuando ocasional nos han gobernado y nos gobiernan pesimamente, sino que ellos no son más que nuestros provisorios empleados.
¿Cómo salir de esta crisis ética, política partidaria electoral, concediendo o renovando nuevas plataformas a los responsables de tantos desafueros, y cómo no defender nuestra democracia, nuestra república, nuestros derechos y valores sin envalentonar a sus verdugos?
Por último, ojalá sepamos y podamos superar la indiferencia o irresponsabilidad cívica que reina campante entre nosotros al haber sido sometidos por autocracias, anomias, clientelismos, descaradas hipocresías, contradicciones e impunidades; digo, ojalá evitemos sin demora, recaer en caricaturas democráticas o simulacros republicanos porque siempre será mejor cuidar y hasta blanquear nuestra Constitución que recuperar su efectiva vigencia. Lo sabemos, pero no lo olvidemos.
Docente e Investigador del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la UNC
Premio Adepa-Faca, 1990´ a la Abogacia.